Las otras ‘carrascas de Lecina’
RUTA EN 4×4 Y A PIE
Árboles monumentales del Somontano
Por Nacho Pardinilla
1 – Encina de Lecina
Acceso: Por la carretera comarcal HU-342 que une Aínsa con Colungo, llegamos hasta el pueblo de Lecina. A la entrada del pueblo hay un parking donde dejaremos nuestro vehículo. Tomamos la calle situada junto al muro del cementerio de la iglesia. Cuando llegamos a la última casa la calle pasa a convertirse en un camino entre paredes de piedra. A menos de 4 minutos veremos que parte del muro situado a la izquierda ha caído y nos permite entrar sin ninguna dificultad en una era, donde hay un pajar sin tejado y la espectacular Carrasca.
Nombre científico: Quercus ilex L. ssp. ballota.
Dimensiones: Altura: 16.5 m.
Perímetro del tronco: 6.10 m (a 1 m. de altura)
Diámetro de copa: 28m.
Se estima que tiene más de 1000 años de vida y es considerado uno de los árboles más viejos de la provincia. Los lugareños la conocen con el nombre de la Castañera de Carruesco. Ha sido testigo de acuerdos judiciales, pactos entre diferentes ayuntamientos y celebraciones como la boda de un guarda forestal. Actualmente su salud es muy buena y es productora de bellotas de gran calidad.
2 – La olivera de Colungo
Acceso: De Lecina nos dirigimos a Colungo. Continuamos por la carretera, dejando el pueblo a la derecha. A unos 500 m. desde la ultima casa, llegamos a una curva muy pronunciada que está situada junto a una granja. Es aquí donde dejamos el coche. Atravesamos la carretera y junto a la cuneta, tenemos que subir por un pequeño bancal de 2 m. de altura para poder entrar en un campo de almendros que está presidido por la Olivera.
Nombre científico: Olea europea L. var. europea.
Dimensiones: Altura: 8.66 m.
Perímetro del tronco: 13.65 m. (en su base)
Diámetro de copa: 7.20 m.
Lleva en este lugar desde hace más de 1000 años. Dicen los del lugar que fue plantada por los “moros”. Su tronco posee unas dimensiones extraordinarias, mientras que su altura y tamaño son semejantes a otros olivos del entorno. Se sigue cuidando como siempre se ha hecho y todos los años obtiene una cosecha excelente. También se ha utilizado como caseta de monte en la que resguardarse en caso de tormenta y es por ello que el tronco posee una pequeña entrada por la cual es posible introducirse, aunque no es del todo fácil.
3 – La carrasca de Radiquero
Acceso: Continuamos nuestro recorrido y Radiquero es el próximo destino. Nos detendremos en el aparcamiento de las Bodegas y restaurante Monclús, situado junto a la carretera. Por un camino que rodea la casa llegaremos a la Carrarca.
Nombre científico: Quercus ilex L. ssp. ballota
Esta encina centenaria, aunque no milenaria, se ha convertido en todo un símbolo para el pueblo de Radiquero, donde se la conoce con el nombre de “Carrasca de Cazcarra”. Es un árbol de gran belleza, luciendo su característica silueta semiesférica. Al estar bajo ello es maravilloso escuchar el sonido de las hojas agitadas por el viento, contemplar miles de luces que penetran entre sus ramas y que llegan a besar el suelo,… siendo todas ellas sensaciones imborrables. Aprovechando este marco incomparable se han celebrado fiestas, bailes, banquetes,…
4 – El tejo de Los Santos
Acceso: Este árbol se encuentra en el corazón de la Sierra de Sevil. La aproximación hasta él debe hacerse por una pista de tierra que comienza en el barrio de los Meleses (está indicado) y que lleva al Mesón de Sevil pasando por San Pelegrín. Recomendamos un coche todo terreno. En el Mesón de Sevil dejamos el vehículo. Atravesaremos la valla y continuaremos ascendiendo por el único camino existente (en dirección norte). A unos 10 minutos tomaremos otro camino ancho que hay a la izquierda y que nos llevará en 15´ hasta un vértice geodésico (Cap d´Acreu). Desde este punto descenderemos por la ladera de la montaña desprovista de arbolado. Tras salvar un desnivel muy importante alcanzaremos la cara norte de un farallón rocoso que da sombra al Tejo. En su cara sur se localiza el pequeño Castillo de los Santos.
Nombre científico: Taxus baccata L
Es uno de los árboles más viejos de la Sierra de Guara y tambíen es una de las especies más escasas en la zona pues necesita de lugares húmedos, frescos y umbríos. No debe confundirse con los abetos. Este árbol vive a la sombra de una gran pared rocosa, pues no precisa de una fuerte insolación y ha motivado que no se haya desarrollado tanto en altura pero sí el grosor del tronco. En estas montañas muchos hombres trabajaron duramente en los comienzos del siglo XX para producir carbón vegetal, pero supieron respetar a este singular árbol. No corrió la misma suerte otro tejo que vivía junto a éste, pues fue talado en los años 50 para hacer de su tronco una mesa en la que cortar carne en una carnicería de la zona, ya que su madera es muy resistente, compacta y escasamente se astilla.
5 – El Almendreral del cura
Acceso: Del Mesón de Sevil regresaremos por el mismo camino para dirigirnos a la bellísima localidad de Alquézar. Para ver los almendros es necesario penetrar en el recinto fortificado de la Colegiata. Llegaremos a una explanada rodeada por una pequeña pared de piedra que posee una puerta situada al Este. Tras ella pueden verse los primeros almendros.
Nombre científico: Prunus dulcis
Más que hablar de un solo árbol vamos a referir a todo una plantación de almendros, pues ocupa buena parte de la ladera Este de la roca, totalmente rodeada de precipicios que miran al río Vero. No incluimos estos árboles porque sean centenarios, sino que tienen unos 80 años. Pero sí que merecen toda nuestra atención por el hecho de que fueron plantados por un cura de la villa, natural de Radiquero, llamado Mosen Rafael Ayerbe. Fue una persona que dedicó muchos años de su vida a experimentar con nuevas especies de almendros, para dar con aquélla que se adaptara mejor al clima de la zona y aportara mayores rendimientos. El resultado fue la almendra de desmayo o largueta, obtenida por primera vez en este almendreral que sirvió como parcela de experimentación y no como lugar de producción. El descubrimiento fue todo un éxito y por lo que mereció ser galardonado con la medalla de oro en la feria de Zaragoza en el día 31 de octubre de 1926 y también obtuvo la Gran Cruz del Mérito Agrícola. Alquézar también quiso ensalzar su figura dedicándole su plaza mayor.
En el entorno de Rodellar
Por Charles Merigot y Monique Neveu
La carrasca de Oliván
En la orilla derecha del rio Alcanadre, en el Valle de Rodellar , frente al cerro donde aparece la ermita de la Trinidad, se puede ver, como en cuclillas, en la vertiente de la Sierra de Arangol, un bulto oscuro : la carrasca de Oliván. Su tronco cuya circunferencia llega a casi 4 metros no se ve desde fuera. Queda completamente disimulado por la fronda del arbol. Una fronda regular, hemisferica, que baja hasta el suelo, delimitando un espacio de 300 m2. Debajo de esta cupula vegetal donde no se puede entrar sino doblandose, reina una atmósfera a la vez misteriosa y solemne al igual que la de una capilla. ¿Cobijó encuentros y asambleas este árbol símbolo de fuerza y justicia? ¿Se negociaron asuntos públicos o privados a su sombra? No lo sé, pero sé que fue cuidado desde varias generaciones y que esa solicitud vale testimonio de un gran respeto de parte de los vecinos del Valle.
Los cajigos de Naya
Al pie de la roca que fue «castillo de los moros» conquistado hacia 1085, en Naya, al sur de Pedruel, crecían hace 40 años, 5 magnificos robles o » caxigos «. Entre los troncos y la paridera vecina se extendia una valla donde se encerraban los corderos alimentandose de la avena sembrada alli. Ahora solo quedan dos robles. Uno de ellos, llamado «la pesebrera» mide mas de 10 metros de circunferencia con una altura de 20. A los bueyes con los cuales se labraban los campos cercanos se les daba de comer en un pesebre al pie del tronco y de alli le viene su nombre. Se dice que no crece desde hace 300 años y considerando otros ejemplares de robles conocidos en otras zonas, bien se podría decir que tiene mas de 800 años, quizás 1000. Pertenecen a la casa Alpín de San Saturnino, que los cuida desde varias generaciones. El tercero que quedaba cayó hace 20 años y sus raices aun se pueden ver.
Desde el Castillo de los Santos, se conecta visualmente con la Ermita de Santa Marina.
La de Loarre???